El envío de las cartas fue comunicado el paado día 2 a UGT y CCOO por el secretario general de la Seguridad Social, Adolfo Jiménez, quien aseguró, según los sindicatos, que las misivas serían remitidas en breve plazo.

Tendrán derecho al cambio de prestación los 370.000 titulares de pensiones asistenciales y las 120.000 personas con derecho a la pensión establecida en la Ley de Integración Social del Minusválido (LISMI).

La cuantía de estas pensiones es de 23.000 pesetas, mientras que el importe de la nueva pensión no contributiva, que comnzó a aplicarse este año, es de 26.000 pesetas.

A las pensiones no contributivas tienen derecho las personas mayores de 65 años y los minusválidos o enfermos crónicos en grado igual o superior al 65 por ciento, siempre que carezcan de recursos económicos. Las tres cuartas partes de los beneficiarios potenciales, que el Ministerio de Trabajo cifra en 700.000, son mujeres.

Por su parte, los sindicatos UGT y CCOO consideran que el importe de las pensiones no contributivas debería situarse en 1991 en28.000 pesetas, como paso previo a las 30.000 pesetas comprometidas por el Gobierno para 1992.

Según las centrales sindicales, el acuerdo sobre pensiones no contributivas alcanzado en la concertación social establecía que serían 14 pagas mensuales de 26.000 pesetas si la ley entraba en vigor en 1990 y, en todo caso, de 30.000 pesetas en 1992.