El responsable del Insalud insistió en que, una vez alcanzada una calidad indiscutible en los servicios exclusivamente asistenciales, los centros sanitarios deben evolucionar y atender otros aspectos de la hostelería que, en algunos casos, condiciona la opinión del ciudadano sobre el servicio que recibe.

El plan persigue una mayor comodidad en las habitaciones, salas de espera y consultas, la implantación de sistemas de comunicación que permitan al paciente el acceso a servicios de Internet, l desaparición de barreras arquitectónicas, o la posible elección del menú.

El cambio será progresivo, como apuntó el subdirector general económico y de personal del Insalud, Juan Luis Gordo. Contará con una dotación económica de 500 millones de pesetas, aunque muchas de estas iniciativas están contempladas ya en los presupuestos de inversiones de los centros.

Los primeros resultados de esta experiencia piloto, aclara que lo que más preocupa a los ciudadanos en cuanto a la accesibilidad es el probema del aparcamiento, la señalización interna de los centros y o la masificación en las salas de espera; y respecto a las instalaciones, la calefacción y la limpieza de las zonas comunes.