Pedro Sabando, consejero de Salud, anunció ho en la Asamblea de Madrid que esa decisión le fue comunicada en la reunión que mantuvo esta semana con el Delegado del Gobierno, Segismndo Crespo, y con el director general del INSALUD.

En el encuentro, "extremadamente interesante, participaron responsables sanitarios del Hospital Gregorio Marañón, que dejaron claro que "cuando una persona entra en una institución médica por encima de todo es un enfermo", aclaró el consejero.

Con esas palabras, Sabando especificó que la configuración de esas unidades especiales para pacientes provinientes de cárceles o centros de detección policial ha de hacerse sin romper el conjunto del marco ospitalario, es decir, "sin barrotes y con presencia policial activa, pero no masiva".

Por lo tanto, después de que la Cámara regional aprobase la pasada semana, que los hospitales de Madrid, tanto dependientes de la CAM como de la Administración central, tengan unidades para esas personas, la propuesta parlamentaria será una realidad dentro de un año y, para esa fecha, ya podrán estar en funcionamiento.