Así consta en un informe de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) publicado en su revista "Dinero y Derechos" que analiza el mercado de la compra-venta de vivienda en España.

Pese a que cliente y agente inmobiliario tienen libertad para elegir si los honorarios serán un porcentaje sobre el precio de venta o un coste fijo, la mayoría de las inmobiliarias se decantan por la primera opción.

Además, las inmobiliarias también tienen libertad para fijar sus honorarios, lo que conduce a una heterogeneidad de comisiones.

Según los datos de la OCU, en Bilbao se cobran, de media, las comisiones más bajas que alcanzan el 3%, mientras que en Madrid se registran las más caras, por encima del 5%.

La OCU pone como ejemplo una vivienda con un precio de 300.000 euros. Así, la comisión media de la inmobiliaria asciende a 12.900 euros, pero si la vivienda se vende en Madrid, la comisión del intermediador alcanza los 15.000 euros.

Por otra parte, la OCU recomienda a los vendedores que eviten la exclusividad en el contrato con la agencia, porque limitan la venta de los servicios a una única vía.