Eso supone un descenso del 22 por ciento en relación al mismo periodo del año pasado, cuando la autoridad laboral expidió 17.912 permisos de estas caracerísticas, que deben pedir todos los inmigrantes no comunitarios.

De los inmigrantes que lograron estos permisos, 9.799 eran varones y 4.175 mujeres. Por edades, la mayoría, en concreto 11.993, se movían entre los 25 y los 54 años. Para los más jóvenes, de menos de 20 años, hubo 257 permisos.

Una proporción no desdeñable de los inmigrantes solicitan permisos para instalar un negocio por su propia cuenta, algo para lo que lograron permiso 1.192 extranjeros sólo en los dos primeros meses del año. Por sectores, los datos del Ministerio de Trabajo muestran claramente el perfil laboral del inmigrante, que se coloca preferentemente como obrero de la construcción, temporero del campo, camarero o, en el caso de las mujeres, empleadas de hogar.

En cuanto al origen de los inmigrantes que consiguieron permiso laboral en enero y febrero, 6.557 eran marroquíes, lo que significa que las personas de esta nacionalidad absorben casi la mitad de las autorizaciones de trabajo.

Destaca igualmente el eleado número de peruanos y dominicanos, entre los procedentes de América; los chinos y los filipinos, en cuanto a los originarios de Asia; y los polacos, por lo que se refiere a los procedentes de la antigua Europa del Este.