A juicio de Ansuaga, "en esta expulsión se han vulnerado los derechos fundamentales de las personas y no se ha aplicado correctamente ni la Ley de Extranjería ni la Ley de Asilo y Refugio".

Según el Sindicato Unificado de la Policía, el Ministerio del Interior intentó sedar a los 103 inmigrantes africanos que el pasado mes fueron deporados en secreto a sus países de origen. Sin embargo, fueron tres de los 54 policías que les acompañaron en el traslado los que resultaron drogados al beber agua con Alhoperidol.

"Nos alegramos", señaló la responsable de la Cear, "que esta noticia haya salido a la opinión pública, ya que no es la primera vez que ocurre y que se utilizan estos métodos para poder expulsar a los inmigrantes de nuestro país. En varias ocasiones en el aeropuerto de Barajas se han utilizado; lo que pasa es que no sabiamos cóo probarlo".

La Cear ha presentado una denuncia ante el Defensor del Pueblo y en estos momentos dos responsables de la organización se encuentran visitando Melilla para recabar una mayor información y ponerla a disposición tanto del Defensor del Pueblo como del ministro de Interior.