Las remesas que los trabajadores extranjeros que desarrollan su actividad en España envían a sus países vienen creciendo de forma importante en los últimos ejercicios, consecuencia lógica del mayor número de inmigrantes que trabajan en España.

De hecho, en todo el año 2000 el volumen de fondos que salieron de España por este concepto ascendió a 1.446 millones de euros, mientras que en 2001 creció hasta los 2.019 millones, en 2002 se elevó a 2.370 millones, en 2003 se alcanzaron los 2.896 millones, y en todo 2004 la cifra se situó en 3.481 millones de euros.

Sin embargo, pese a que los inmigrantes que residen en España cada vez envían más dinero a sus países de origen, aún no llegan a la cuantía que los españoles que viven en el exterior mandan a España.

En concreto, entre enero y octubre de 2005 España recibió de sus inmigrantes un total de 3.593 millones de euros, un 2,3% más que en el mismo periodo de 2004.

De este modo, el saldo de las divisas enviadas por los respectivos colectivos sigue siendo favorable para las arcas españolas en 500 millones de euros, muy lejos, no obstante, de lo que ocurría, por ejemplo, en 2001, cuando llegaron del exterior 4.096 millones y los inmigrantes residentes en España enviaron a sus países de origen 2.019 millones de euros.