Unas 30 personas, hombres y mujeres, han sido víctimas de estos delincuentes, colaborando la Embajada de Bolivia en la resolución del caso.

Cuando los investigadores entraron ayer con mandamiento judicial en el domicilio de la parja en Gandía, se encontraron con tres inmigrantes "ilegales" de nacionalidad boliviana, recién llegados a España, y decomisaron diversa documentación.

De las diligencias instruidas se deduce que Moisés G. y Soledad S. se habían instalado en la localidad valenciana y durante los últimos cinco meses controlaban una red de inmigración ilegal. El matrimonio viajaba periódicamente a Bolivia, país de origen de ambos, y ofrecía a compatriotas puestos de trabajo en España bien remunerados.

La oferta ncluía alojamiento y todos los trámites necesarios para la obtención de permisos de trabajo y residencia. Antes de emprender el viaje, los interesados debían abonar entre 700 y 1.000 dólares.

A finales de mayo, cinco ciudadanos bolivianos acudieron a la Brigada de Extranjería y Documentación de Madrid para denunciar la estafa de que habían sido objeto. Convencidos por Soledad S., habían llegado a Madrid y a continuación se trasladaron a Gandía, pero el empleo prometido no existía y tampoco recuperarn el dinero, por lo que volvieron a la capital para buscar un trabajo por su cuenta.

De las gestiones realizadas y por la documentación intervenida se deduce que los dos detenidos han introducido en España a unos treinta compatriotas en los cerca de cinco meses que llevaban actuando. El beneficio económico asciende a unos 6 millones de pesetas.