El Sindicato Unificado de Policía (SUP) ha denunciado ante el Defensor del Pueblo el uso por parte del Ministerio del Interior de una sustancia sedante llamada Alhoperidol que podría haber sido suministrada a los inmigrantes centroafricanos mediante las botellas de agua potable que les hicieron llegar.

El asunto se destapó después deque tres funcionarios policiales, que no fueron advertidos, ingirieran agua de una de dichas botellas, tras lo cual quedaron dormidos.