Belloch, que abrió el turno de intervención de los grupos de la oposición durante la intervención hoyen el Congreso del ministro del Interior para explicar los detalles de la operación, fundamentó la mayor parte de sus críticas en el informe elaborado por el Defensor del Pueblo donde denunciaba la violación global de la Ley de Extranjería.

El ex ministro del Interior destacó sobremanera el papel de las Organizaciones No Gubernamentales e instó al Gobierno a que tenga en cuenta sus denuncias. En este sentido, reconoció que una decisión suya, cuando era titular del Ministerio del Interior, sobre la explsión de kurdos, fue felizmente recurrida por las ONGs lo que le condujo a reintegrar en España a aquellos ciudadanos.

Por otra parte, Belloch, quien subrayó que su Grupo Parlamentario no pedirá la dimisión de Mayor Oreja, sí le advirtió sobre la posibilidad de que el conflicto de los inmigrantes pueda generar una "guerra sindical" en el seno del Cuerpo Nacional de Policía. En este sentido, comentó la aparición de un panfleto haciendo referencia al SUP (sindicato que denunció los hechos) elaborado porotro sindicato donde el primero es objeto de burla.

Por último, expresó su preocupación porque este tipo de decisiones políticas y policiales puedan reavivar lo que calificó de "latente" sentimiento de xenofobia y racismo que aparecen entre distintos sectores de la sociedad en casos como el ocurrido.

Por su parte, el portavoz de Izquierda Unida, Willy Meyer, pidió al ministro del Interior que proceda al cese inmediato del responsable de la operación y, en su caso, de quien ordenó el uso del sedane Alhoperidol para calmar a los inmigrantes y evitar posibles altercados durante los sucesivos viajes.

"Hoy tiene que caer para dar tranquilidad a la sociedad", aseveró el diputado de IU al referirse al supuesto responsable de las decisiones denunciadas por el SUP. A juicio de Meyer, "hay que prevenir que se repitan estos conflictos" y, por ello, apeló a las autoridades responsables a que faciliten cuanta información sea posible tanto a los inmigrantes como a la opinión pública.

Por su parte, el ortavoz de CiU, Ignasi Gurdans, expresó el apoyo de su grupo tanto al ministro del Interior como a sus colaboradores, al tiempo que agradeció el tono mostrado por Mayor Oreja en su intervención al reconocer que la operación de expulsión de los 103 inmigrantes no fue precisamente "modélica".

Guardans dijo que la inmigración no constituye únicamente un problema de orden público, sino que requiere un tratamiento más amplio, en el que se tengan en cuenta cuestiones de política exterior y no estrictamente e carácter policial.

En nombre del PNV, Margarita Uría contrapuso la actuación seguida en este asunto por el ministro del Interior con la de otros miembros del Gobierno, en concreto la de su presidente, José María Aznar, a quien criticó por su frase de "había un problema y lo hemos solucionado", expresión que, a su juicio, constituye un ejemplo de "xenofobia de Estado".

La diputada de Eusko Alkartasuna, Begoña Lasagabaster, calificó de "hecho grave" desde el punto de vista jurídico el que un sólofuncionario se dedicara a revisar en el plazo de 48 horas y con carácter individual cada uno de lso 103 expedientes de inmigrantes que finalmente fueron expulsados.

A su juIcio, es poco probable que con esos medios se pudiera conocer con exactitud qué inmigrantes sí podían haberse acogido al derecho de asilo en nuestro país y puso como ejemplo a los ciudadanos de Liberia expulsados, "cuyo asilo debería estar garantizado por el sólo hecho de ser de aquel país", dijo.

Por último, el portavoz del Grpo Popular, Ignacio Gil Lázaro, expresó su confianza en el ministro del Interior y señaló que la operación "no puede ser presentada como un atentado a la tolerancia", subrayando que el hecho de la comparecencia en el día de hoy del ministro responsable "acredita la voluntad del Gobierno".