"Es imprescindible", dijo Gil-Robles a Radio Nacional, "que a esa inmigración que en estos momentos no está regularizada o legalizada se le ayuda a salir a flote, porque esos inmigrantes están trabajando muchísimo y de forma muy seria para la economía española".

En su opinión, "la inmigración en nuestr país es un factor enormemente positivo para nuestra economía y desarrollo, sobre todo en un momento en que hay muchas actividades que los españoles ya no realizamos o no se encuentran españoles que las quieran realizar".

"Hay que tener una concepción distinta y no se puede pedir al inmigrante que venga sólo a trabajar, en condiciones muy indignas, en muchos casos, y no ayudarle a que se pueda integrar como ser humano pleno, respetándole sus derechos", añadió.

Defendió que el inmigrante tenga posbilidad de acceso a su legalización, porque eso le va a permitir defenderse del abuso y de la explotación, y tenga asimismo una proteccion social, un trato económico correcto y una posibilidad de integración familiar y social".

Gil-Robles afirmó que "tener una concepción negativa de la inmigración proviene de pensar que los que son diferentes pueden ser un peligro para nosotros, de no entender la diferencia como una riqueza, como un aporte cultural y también económico". A su juicio, se trata de "una cncepción errónea que, muchas veces, se maneja como un peligro".