Benito ha explicado que el inspector jefe, dos subinspectores, tres oficiales y doce policías que se desplazaron no portaban pasaporte ordinario u oficial, que se facilita a los funcionarios en este tipo de misiones.

Al no llevar documentación, prosiguió el `número dos' del SUP, las autoridades camerunenses recluyeron a los agentes spañoles en un hotel. El confinamiento duró los cuatro días de junio que estuvieron en el país y el establecimiento estuvo rodeado de forma permanente por policías cameruneses.

"Una vez en el hotel", explicó Benito, "les rodearon y dijeron ahora no salís de aquí por ilegales. Es decir, les devolvieron un poco la pelota".

Durante su permanencia en Camerún los policías españoles padecieron muy malas condiciones y fueron mal alimentados, asegura Benito. Esto habría influido en la salud de todos ello y una prueba sería que tres de los que actualmente padecen paludismo cogieron la enfermedad en ese país.

"Como la operación se hizo tan precipitada", explica el SUP refiriéndose a lo sucedido, "no dió tiempo a nada. Igual que no dió tiempo a vacunarse y no se consideró oportuno vacunar a los agentes, tampoco se creyó oportuno, puesto que viajaban en un avión militar, que llevaran pasaporte. Claro, al llegar al país tuvieron problemas, ya que no era llegar, dejar a los negros y sin bajar del avión volerse, sino que tenían que estar allí, pernoctar y arreglar los problemas".

Estos nuevos datos se conocen horas después de que el Ministerio del Interior haya difundido un comunicado de la Comisaría de Málaga informando de que afiliados al SUP que viajaron a Africa se han dado de baja en el sindicato. La nota incluye tres carnés del sindicato rotos.