Según declaró en rueda de prensa Cristina Narbona, miembro de la Ejecutiva Federal del PSOE, lo ocurrido en Motril "pone de manifiesto que este Gobierno no tiene interiorizados los derechos humanos como la línea necesaria para orientar una política de inmigración".

"La seguridad", otivo esgrimido por el subdelegado del Gobierno en Granada para mantenerlos esposados, "nunca puede ir en contra de los derechos humanos", recalcó Narbona. "Hay muchas formas de custodiar, muy distintas de atarles las manos y tenerlos pasando la noche al aire libre".

Por último, la diputada socialista recalcó que desde el PSOE no han renunciado a que el Gobierno y el PP alcancen acuerdos sobre la política de inmigración. "Sobre la ley no ha sido posible, pero sobre la política de inmigración nuestro scretario general está empeñado en alcanzar acuerdos sobre cómo se aplica la ley. Desde luego, esto es un mal ejemplo", concluyó.