"Me perece condenable, por intolerante, la actitud de aquellos vecinos y vecinas que se oponen a la construcción de este centro religioso, porque eso supone un recorte y un límite al pluralismo religioso que está reconocido en nuestro Estado", declaró Tamayo a Servimedia.

El vicepresidente de la APDHE recalcó que la comunidad musulmana de Premiá de Mar "está en su perfecto derecho a construir su propio templo, y los vecinos que no pertenecen a esa religión deben aprender a convivir pacíficamnte con los que tienen otras creencias".

A su juicio, los opositores a la mezquita "deberían hacer intentos y esfuerzos por conocer mejor esa otra religión (musulmana) y por dialogor con sus miembros e, incluso, adoptar una actitud de diálogo interreligioso".

"Creo que en vez de oponerse a la construcción de estos lugares de culto lo que se debe hacer es respetar la decisión de cada una de las religiones, siempre que no interfiera ni plantee problemas a la convivencia, y no los plantea si no hay ctitudes violentas", aseguró

Finalmente, Tamayó pidió a las autoridades nacionales, autonómicas y locales "una escrupulosa neutralidad en materia religiosa, que ha de traducirse en un respeto hacia todas las creencias, sin ningún tipo de discriminación por historia, ni por tradición, ni por arraigo, en el territorio nacional o local o regional".