INMIGRACION. PIMENTEL: "NO PODRIA MIRARME AL ESPEJO SI SIGUIERA EN UN GOBIERNO QUE ALIENTA LA APARICION DE ACTITUDES RACISTAS"
- "Es un absurdo que niegue a los sin papeles derechos internacionalmente reconocidos"
- "El Gobierno ha lanzado a la sociedad mensajes muy delicados, al asociar intencionadamente la inmigración a los conflictos, la delincuencia, las mafias"
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El ex miistro de Trabajo y Asuntos Sociales Manuel Pimentel asegura que "no podría mirarme al espejo si siguiera en el Gobierno", después del "tremendo error" que el Ejecutivo ha cometido con la ley de extranjería, y que "alienta la aparición de actitudes racistas".
En una entrevista publicada por 'El Periódico', Pimentel explica que cuando presentó su dimisión "lo hice como entendí que debía hacerlo. Muchos amigos no lo entendieron, pero fue la decisión que más satisfacción me ha producido en la vida. Cada da me alegro más de lo que hice y de cómo lo hice. Me costaría mirarme al espejo si hubiera seguido en el Gobierno".
En cuanto a la relación de esta decisión con la política de inmigración del Gobierno popular, el ex ministro recalcó que, "aunque en el PP, al que sigo perteneciendo, no hay una sola visión, sí creo que el comportamiento del Gobierno en la ley de extranjería es un tremendo error que tendrá repercusiones a largo plazo".
"Muy por encima de leyes y artículos, que se pueden cambiar, el obierno ha lanzado a la sociedad mensajes muy delicados. Al asociar intencionadamente la inmigración a los conflictos, la delincuencia, las mafias y el efecto llamada, ha removido el temor atávico que todos tenemos frente a quienes son distintos a nosotros", prosiguió. "Son mensajes dirigidos al hígado que subliman los elementos de diferenciación, atizan esa espita de exclusión que todos llevamos dentro y alientan la aparición de actitudes racistas".
CREADO UN PROBLEMA DONDE NO LO HABIA
En este sentdo, subrayó que "el CIS ha detectado que los españoles ya ven la inmigración como uno de sus principales problemas, cuando apenas hay inmigrantes y en el futuro su número va a crecer necesariamente. Se ha creado un problema donde no lo había. Respecto a la ley, es un absurdo que niegue a los sin papeles derechos internacionalmente reconocidos. La inmigración es deseable y necesaria por motivos laborales y demográficos. No se debe seguir creando alarmismo pregonando simplezas como las del efecto llamada o l avalancha de inmigrantes".
De este modo, señaló que actuaciones como devolver a los ecuatorianos a su país para hacerles regresar con un contrato laboral "es de vodevil, un esperpento. No me diga que no es divertido que los empresarios estén reclamando braceros para no perder la cosecha, que los ecuatorianos estén deseando trabajar y que la brillante solución sea embarcarlos en un avión, a costa de todos los españoles, para que regresen dentro de unos meses".
Para Pimentel, "el Gobierno es cohernte y actúa de acuerdo con lo que piensa: que la inmigración es un problema para España. Por eso ha cambiado la ley de extranjería y ha dejado las políticas migratorias en manos de la policía...".
Respecto a la decisión de quitarle, cuando era ministro de Trabajo, las competencias en inmigración, indicó que "fue un gran error, porque la inmigración no requiere sólo de soluciones policiales, también sociales y laborales. Espero que eso se rectifique y, en ese sentido, que Mariano Rajoy asuma estas comptencias me parece muy bueno. Su talante y su capacidad le permitirán ser un buen gestor de estos asuntos".
Añadió que, "en todo caso, de lo que tenemos que darnos cuenta es de que el verdadero problema sería que los españoles tuviéramos que irnos al extranjero, no que venga gente de fuera como consecuencia de nuestra pujanza económica. Durante muchos años tuvimos que emigrar y pedíamos comprensión; la poquita generosidad que tengamos deberíamos ofrecérsela a los inmigrantes".
El ex ministro agreg que "el racismo, la protección frente al otro, está en lo más profundo de nuestros sentimientos primarios, y también se aprecia en las especies animales. Ese deseo de exclusión sólo se supera con civilización, cultura y educación, con valores superiores, no sanguíneos. Si se lanzan mensajes de convivencia, de respeto a la minoría, la población los acepta. Pero si se atizan los sentimientos más sanguíneos y elementales, enseguida se ponen incandescentes".
En cuanto a su relación con el partido, y con u secretario general, Javier Arenas, Pimentel apuntó que "mantengo una buena relación con él. Lo que sucede es que el PP es un partido unido y sólido, lo que es positivo, pero al que le falta debate interno. Ahora me costaría abrir un debate sereno en el PP, donde no se entiende que es bueno y legítimo discrepar de la ortodoxia. Por eso he preferido no abrir debates que iban a crear mucha tensión".
Finalmente, el ex ministro aseguró que su vuelta a la política "está totalmente descartada. Soy un empreario que, episódicamente, intentará seguir escribiendo, pero mi vida seguirá alejada de la política".
(SERVIMEDIA)
11 Mar 2001
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