El objetivo de este plan, diseñado en 12 áreas y 88 actuaciones, es conseguir la integración social de los inmigrantes, especialmente de aquéllos que han llegado a estas islas por motivos económicos.

Entre las inversiones realizadas destaca los 125 millones de pesetas destinados a ayudas económicas a inmigrantes en riesgo de exclusión social y los 33 millones de pesetas a consoidar y ampliar la red de oficinas de información, asesoramiento y orientación a los inmigrantes en los ayuntamientos insulares.

Además, el Gobierno balear destinó 17 millones de pesetas de pesetas en la creación de un servicio de intermediación entre inmigrantes y propietarios de viviendas a fin de facilitar a los extranjeros el acceso a un piso de alquiler.

Otras inversiones realizadas fueron los 15 millones de pesetas para cursos de formación y capacitación de profesionales de inmigrantes y los77 millones destinados a facilitar información a los inmigrantes sobre sus derechos laborales en igual condiciones que los españoles.

Según datos facilitados por la Delegación del Gobierno para la Extranjería, a 31 de diciembre de 2001 el número de extranjeros residentes en Baleares es de 47.589.