Sin embargo, la inmigración es un problema emergente para el 37,4 por ciento, desplazando hasta el tercer lugar de las principales preocupaciones de los españoles al terrorismo de ETA, que preocupa al 25 por ciento.

Por detrás se sitúan los problemas de índole económica (22,4 por ciento) y de vivienda (20,2 por ciento), y ya a mayor distancia los asuntos relativos a la inseguridad ciudadana, que preocupan al 14 por ciento.

El barómetro del CIS correspondiente al mes de octubre desvela además que el 23 por ciento de los españoles ve con optimismo la coyuntura económica, frente al 28 por ciento que la juzga mala o muy mala.

Un 53,5 por ciento cree que sigue igual que hace un año y sólo el 12,4 por ciento cree que mejorará en los próximos 12 meses, frente al 34,8 por ciento que afirma que empeorará y al 35,8 por ciento que vaticina continuidad.

En cuanto a la situación política, sólo el 16,3 por ciento la ve buena o muy buena y el 33,6 por ciento la percibe como mala o muy mala. Además, el 28,6 por ciento considera que durante el último año ha empeorado, mientras que el 12,6 por ciento cree que ha mejorado.

Para el futuro, el 14,5 por ciento afirma que la situación política mejorará durante el próximo año, mientras que el 25,5 por ciento considera que empeorará y el 36,2 por ciento dice que seguirá igual.