Azurmendi, que es antropólogo y además vive este problema de cerca desde su residencia en Almería, declaró a RNE que muchos inmigrantes "pierden su dignidad" por no tener papeles y permiten ser explotados por los empresarios de la zona.

Otro problema de los inmigrantes en esa provincia, que afecta sobre todo a marroquíes, s la modificación de hábitos de vida después de los incidentes de El Ejido de febrero de 2002 entre autóctonos e inmigrantes, calificados por la prensa de racistas.

El antropólogo Azurmendi destacó que España no tiene "mucha experiencia" en la integración de los inmigrantes, que, según dijo, pasa por hacer de los extranjeros "ciudadanos como nosotros", de acuerdo con la ley, y que sepan que pueden hacer lo que quieren siempre en el absoluto cumplimiento de la ley.

También calificó de "absolutamene imperioso" que los inmigrantes aprendan cuanto antes nuestra lengua. En este sentido, destacó las clases de castellano que se ofrece a los inmigrantes en pueblos del poniente peninsular.

Finalmente, Azurmendi dijo que la ablación entre la población femenina inmigrante es un problema menor si se tiene en cuenta que existen otros, entre ellos, el no poder salir de casa o acceder a un empleo y verse obligadas a cubrirse y a someterse a la voluntad del marido.

Subrayó que estos problemas deben ser bordados desde la educación. No sólo, añadió, hay que impartirles clases de castellano, sino que hay que educarles en nuestros valores.