Para Cavero, patrono de la Fundación Caja de Madrid, existe un vacío legal en las fundaciones y es urgente que exista una "ley cuadro" que desarrolle cada autonomía en función de sus competencias, puesto que existen autonomías, como Cataluña, a las que ya han sido transeridas las competencias de regulación de fundaciones.

A juicio del ex ministro, el actual proyecto de ley debe ir acompañado de un proyecto real de incentivos y el Estado tiene que convencerse de que no puede asumirlo todo por sí solo, sino que tiene que movilizar a la sociedad. Para ello, explicó Cavero, es necesaria una generosidad por parte del fisco, premisa que no aparece en el proyecto de ley.

"Con un sistema de incentivos importante las fundaciones pueden servir para descargar a los podere públicos de determinadas funciones que están incompletas o que no alcanzan para ellas los Presupuestos del Estado", agregó.

Según Iñigo Cavero, "el protectorado deber existir en la fase de constitución de una fundación, pero debe partir sobre la base del principio de la mínima intervención, lo cual no quiere decir que las fundaciones puedan hacer lo que les dé la gana".

Cavero está de acuerdo en que a las fundaciones se les inspeccione a fondo, que en la medida en que obtengan ventajas han de se vigiladas rigurosamente, que se demuestre que no hay negocios encubiertos y que si los hay se aplique toda la dureza del sistema fiscal.

Sin embargo, no admite el sistema de protectorado, el sistema paternalista, ya que de la misma forma que no se controla a sindicatos, partidos políticos o asociaciones, no tiene sentido el control o la tutela sobre las fundaciones, dijo.

Por último, el ex ministro de Justicia coincidió con el presidente de la Fundación Central-Hispano, Javier Aguado, también poente en el curso, en que los patronos de las fundaciones sean recompensados económicamente por la actividad que realizan.