Sin embargo, un inorme del propio BEI reconoce la necesidad de incrementar el respaldo a las propuestas relacionadas con Investigación y Desarrollo (I+D).

La iniciativa, que nació a propuesta de los gobernadores de los bancos centrales europeos para promover la innovación en la Unión Europea, recurrió al BEI para financiar las cinco áreas de que se ocupa la iniciativa "Innovación 2000": formación de capital humano, investigación y desarrollo, información y redes tecnológicas de comunicación, difusión e innovación y apoo empresarial.

Para su desarrollo cuenta con un presupuesto de entre 12.000 y 15.000 millones de euros y ha dado, en su primer año de implantación, cobertura a 26 proyectos valorados en 2.500 millones, de los cuales la mitad procede de las regiones objetivo 1 de España, Grecia y Alemania del Este.

Han sido las áreas en las que el BEI acostumbra a trabajar (apoyo financiero a nuevas empresas y a redes tecnológicas de la información) en las que más proyectos se han desarrollado, en detrimento de la propuestas sobre I+D.

A pesar de ello, tras un primer año de vacilación fruto de la falta de experiencia en este sector, el Banco Europeo de Inversiones ya ha establecido una importante línea de préstamos para Investigación y Desarrollo valorada en cerca de 5.000 millones de euros. En especial, ha centrado su atención en la evaluación del sector y de su mercado y en la potencial cooperación con los programas que ya desarrolla la Comisión Europea. Asimismo, ha aprobado la ayuda a dos proyectos relacioados con el sector de la biomedicina y del microchip.