Castro insistió en que las movilizaciones convocadas por los vecinos de Villaverdeo los del barrio de Las Fronteras, en Torrejón, se están convirtiendo en algo cíclico, como consecuencia de la ineficacia y apatía de las instituciones implicadas en la solución del problema.

El dirigente vecinal reconoció que los enfrentamientos que mantienen los vecinos con los drogodependientes y "camellos" no aportan ninguna solución, y lo único que generan son más crispación y frustración.

En su opinión, las actuaciones de la policía en la zona centro, ordenadas por la Delegación del Gobiern, simplemente constituyen operaciones de imagen que pretenden calmar a la población, haciendo ver que las autoridades son conscientes del alto grado de tensión existente en las calles.

"Lo que ocurre en realidad", precisó, "es que mientras el señor delegado se limita a detener sospechosos por ahí, los vendedores de droga permanecen en las esquinas de las calles, como ocurre aquí, en San Joaquín, sede de nuestra federación".

Castro se mostró escéptico sobre la posibilidad de que la FRAVM convoque ás semanas contra la droga, en vista del pobre resultado que han obtenido hasta ahora.

"Hemos hecho de todo: aportar propuestas y programas de actuación, pedir apoyo a los diputados regionales, nacionales y hasta europeos, pero siempre con el mismo resultado nulo. Aunque apoyamos en todo momento las movilizaciones de los barrios y los pueblos de Madrid, quizá sería conveniente estudiar otro tipo de iniciativas", concluyó.