MADRID

INHABILITADO UN VECINO DE CHINCHÓN PARA TENER ANIMALES DURANTE 10 AÑOS POR HACINAR 46 PERROS EN UNA FINCA

MADRID
SERVIMEDIA

La Dirección General de Medio Ambiente de la Comunidad de Madrid ha resuelto inhabilitar a un vecino de Chinchón para la tenencia de animales durante un periodo de 10 años como consecuencia de haber acumulado 46 perros en malas condiciones en una finca.

Esta decisión responde a una denuncia presentada por Amnistía Animal Comunidad de Madrid el pasado mes de enero, que se hizo eco así de un aviso de un vecino, que estuvo alertando durante 10 años de que en una finca se hacinaban perros, que las hembras parían continuamente y que muchos cachorros desaparecían sin saberse muy bien su destino.

Amnistía Animal informó hoy de que varios de sus miembros se quedaron "totalmente impactados" cuando inspeccionaron el lugar, con "animales encerrados por todas partes, caravanas, furgonetas viejas, carros de la compra de hipermercados... Todo lleno de suciedad, chatarra y neumáticos viejos".

La Comunidad de Madrid ordenó como medida preventiva la incautación de todos los animales el pasado mes de abril. En el rescate participaron Amnistía animal, la Federación de Asociaciones Protectoras de Animales de Madrid (Fapam), el Centro Integral de Acogida de Animales de la Comunidad de Madrid (Ciamm), agentes del Seprona y el Servicio Veterinario de la Comunidad de Madrid (Vetercam).

"Fue muy duro, ya que había cachorros que nunca habían estado en contacto con las personas, aparte del propietario. Muchos de ellos tuvieron que ser sedados con dardos anestésicos para poder ser trasladados a los diferentes centros y otros escaparon al abrir las puertas", señaló Amnistía Animal.

Los perros necesitaron de una constante atención veterinaria y los voluntarios de los albergues han tenido que afanarse con terapia psicológica durante estos meses para que los animales perdieran el miedo a las personas.

La presidenta de Amnistía Animal, Matilde Cubillo, afirmó que "maltratar a un animal no sólo es pegarle con un palo, sino también mantener durante años a un perro bajo un carro de la compra, entre sus propias heces y orines, con lluvia, frío o temperaturas de 40º".

(SERVIMEDIA)
16 Dic 2008
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