Por su parte, los pagos realizados por los españoles durante sus estancias en el extranjero crecieron un 18,6 por cien respecto a enero-mayo del año pasado y se situaron en 172.600 millones de pesetas.

Estas cifras reflejan un ritmo superior en el crecimiento de los pagos que en los ingresos por turismo, en parte debido a que la fortaleza de la peseta abarata el extranjero a los españoles y encarece España a los visitantes de otros países.

No obstane, en mayo comenzó a apreciarse un aumento en el dinero gastado por los turistas extranjeros que visitaron España, ya que ascendió a 176.300 millones, un 15,8 por cien más que en el mismo mes de 1991.

Entre enero y mayo, el número de visitantes registrados fue de 16.448.328 personas, lo que supone un aumento del 9,3 por cien respecto al mismo periodo del pasado año.

Las entradas de vivitantes por aeropuertos crecieron un 18,7 por cien y por carretera un 6,1, mientras que llegadas en barco disminueron un 15,3 por cien y en tren un 2,5.

LOS PRINCIPALES CLIENTES

Los turistas europeos que más frecuentaron España en los cinco primeros meses fueron los británicos, con un aumento del 22 por cien, seguidos de los alemanes (14,1 por cien), franceses (4,8), italianos (19,8), holandeses, (7,4), austriacos (21), belgas (13,1), suecos (11,6), suizos (12,8), daneses (18,7) y noruegos (10).

Por su parte, los visitantes procedentes de Estados Unidos crecieron un 39,3 por cien y los de Japón un 60,3. Fuentes de la Secretaría General de Turismo consultadas por Servimedia indicaron que todavía es prematuro para juzgar cómo será el año turístico, que se decide en los tres meses de la temporada más alta: julio, agosto y setiembre.