Si en el año 2007 el total de ingresos vinculados al modelo de financiación alcanzaron los 19.123 millones de euros, en 2008 el importe se redujo hasta los 18.750 millones. La Administración catalana recaudó 3.405 millones de euros menos de lo previsto.

Estos son los principales datos que se desprenden de la liquidación de la recaudación correspondiente al pasado ejercicio que hoy presentó el consejero catalán de Economía y Finanzas, Antoni Castells.

Esta bajada de los ingresos se explica, según la Generalitat, por la caída generalizada en la recaudación de prácticamente todos los impuestos, tanto de los relacionados con la actividad del sector inmobiliario como del IVA o el IRPF, debido a la actual situación de crisis económica.

Destaca el impacto que tuvo la drástica contracción del sector inmobiliario sobre los recursos autonómicos. Así, la recaudación por transmisiones patrimoniales y actos jurídicos documentados, un tributo vinculado al mercado de la vivienda, cayó un 45,5%; en concreto, de los 3.199 millones ingresados el año 2007, a los 1.743 correspondientes al pasado ejercicio.

También es especialmente relevante la reducción de los ingresos procedentes del Impuesto de Matriculación. En concreto, la Administración catalana recaudó por este concepto un 48,7% menos de lo que había presupuestado (201 millones de euros menos).

Este comportamiento explica, en parte, que el incremento de los recursos provenientes de los tributos cedidos haya sido muy inferior al registrado durante los últimos ejercicios.