Ingresó en prisión acusado de colaboración con banda armada -----------------------------------------------------------
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El arcipreste d Irún, José Ramón Treviño, reconoció hoy ante el juez de la Audiencia Nacional, Ismael Moreno, que cobijó en su parroquia a los etarras Ignacio Rekarte y José Luis Galarza, presuntos miembros del "comando Vizcaya", después de perpetrar, el pasado mes de febrero, un atentado con coche-bomba en Santander en el que murieron tres personas.
El sacerdote prestó declaración durante más de dos horas en el Juzgado Central de Instrucción número 2, que decretó su prisión incondicional y comunicada como presunto utor de un delito de colaboración con banda armada.
Según fuentes de la Audiencia Nacional, el detenido, que fue asistido por el letrado Joaquín Ruiz Giménez, afirmó que actuó por razones humanitarias, ya que conocía a Ignacio Rekarte, natural de Irún, desde que era pequeño, y recordó que le ayudó a dejar la droga cuando era toxicómano.
Las mismas fuentes precisaron que, por su testimonio, puede deducirse que Treviño sabía "quiénes eran y de dónde venían" los dos jóvenes, ya que su pertenencia a a organización terrorista había trascendido a través de los medios de comunicación y la conocían todos los habitantes de la localidad.
De acuerdo con su declaración y la efectuada en días anteriores por el propio Rekarte, el arcipreste entregó las llaves de un pequeño anexo de la parroquia del Santo Cristo de Artiga a los dos terroristas, que pasaron una sola noche en el lugar.
Tras dormir en la iglesia, dejaron las llaves bajo la mesa del altar, siguiendo las intrucciones recibidas del cura, cuy implicación salió a la luz a través de las declaraciones efectuadas a la Guardia Civil por Rekarte cuando le detuvieron.
Durante el interrogatorio de hoy, no se abordaron sin embargo más cuestiones que las referidas a esos hechos, por lo que no pudieron confirmarse otras imputaciones policiales.
Según las diligencias practicadas por la Guardia Civil, Treviño ya había ayudado a Rekarte el pasado verano, cuando huyó con Juan Ramón Rojo a Francia, después de haber asesinado al toxicómano Francisco il Mendoza, en Irún.
Tampoco pudo verificarse si facilitó a los etarras la dirección de François Garat, párroco de Espelette, en el País vasco francés, en cuyo domicilio estuvieron refugiados durante varios meses tras la desarticulación del "comando Donosti".
El abogado de Treviño no quiso hacer declaraciones por expreso deseo de la familia del detenido, limitándose a comentar que está "convencido de que es un hombre extraordinario e inocente".
Un cuñado del arcipreste se expresó en términossimilares subrayando que "no ha hecho más que el bien y por eso lo meten en prisión".
El familiar añadió que el sacerdote "tiene un maestro al que seguir (refiriéndose a Jesucristo), que también pasó por la cárcel y es a lo único que nos remitimos".
(SERVIMEDIA)
27 Mar 1992
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