El documento, ha sido elaborado a petición del presidente de la Asamblea Nacional Francesa, Jean-Louis Debré, por el diputado socialista Alain Claeys, de la Oficina parlamentaria para la evaluación de las elecciones en el ámbito científico y tecnológico, una comisión permanente del Senado francés, compuesta por diputados y senadores, que asesora al Parlamento galo en estas materias.

El informe subraya que la autorización de ambos tipos de investigación es indispensable para que Francia esté al mismo nivel que los países más avanzados en este ámbito, como Japón, Singapur y Corea del Norte, donde estos estudios son legales y están contribuyendo al desarrollo de estas naciones, que se están beneficiando de las legislaciones restrictivas de los países occidentales.

Por ello, propone adelantar de 2009 a 2007, la revisión de La ley de bioética de 2004, texto que prohíbe ambas prácticas en Francia. El legislador francés debe conciliar tres principios: "respeto a la persona; libertad del investigador y el derecho del enfermo a ver un día atenuado su sufrimiento", sostiene Claeys.

También propone una serie de medidas como son la gratuidad de estas donaciones, la cobertura de los gastos médicos de las donantes y la protección de su anonimato, para garantizar que la donación de óvulos femeninos -necesarios para la clonación con fines terapéuticos- se hace con todas las garantías éticas.

Asimismo, el informe reivindica una normativa internacional que regule estas donaciones, para evitar "la explotación de la mujer, especialmente en los países en vías de desarrollo".

Por último, el autor recomienda un debate a escala nacional sobre el asunto, organizado por la Agencia de biomedicina, encargada de la evaluación de la Ley de bioética, conjuntamente con la Oficina parlamentaria para la evaluación de las elecciones en el ámbito científico y tecnológico.