El diario, que cita fuentes hospitalarias y judiciales, asegura que Kepa Urra ingresó en el hospital "con una crisis de pánico" que le impidió contestar a los médicos yreaccionar a estímulos durante aproximadamente doce horas.

El detenido llegó al Hospital de Basurto el pasado 29 de enero y su estado físico y mental, según señalaron fuentes hospitalarias, propició que el centro sanitario requiriera la presencia de un médico forense, "como en cualquier otro caso en el que se sospecha que el paciente ha sufrido violencia".

El informe pericial entregado al juez de instrucción número ocho de Bilbao por la médica forense, María de los Angeles Solano, asegura que Kep Urra fue examinado a las dos de la madrugada del día 30 de enero.

El documento señala que el paciente presentaba "una situación de casi total desconexión con el medio ambiente" y añade que en el momento del reconocimiento, "comienza a reaccionar a estímulos dolorosos".

El diario bilbaíno dice que el informe pericial revela que el enfermo presentaba "múltiples lesiones de tipo cuntusivo, con inflamación y hematomas de coloración roja violácea, lo que indica que se trata de lesiones de tipo reciene (menos de 24 horas de evolución)".

El informe forense establece que las contusiones estaban localizadas en el párpado superior e inferior del ojo izquierdo, en las dos muñecas, dorsos de ambas manos, nalga derecha, que tenía siete contusiones en la pierna derecha, la mayor de una superficie de 8 por 4 centímetros, localizadas entre la rodilla y el tobillo, y 5 contusiones más en la pierna izquierda con erosión lineal en el tobillo. Además, el documento habla del "síndrome de rabdomiolisis" o rotura uscular generalizada.

La información de "El Correo Español-El Pueblo Vasco" concluye señalando que, el 31 de enero, el director asistencial del Hospital de Basurto envió un segundo informe al juez para documentarle sobre "una incidencia surgida el día 30 a las ocho y media de la noche en la habitación del paciente detenido Kepa Urra".

Según consta en la historia clínica de Urra, ese día y a esa hora, "fue requerida una enfermera al oir la palabra socorro procedente de la habitación del citado pacente, accediendo a ella y encontrando dentro de la habitación a dos personas que se identificaron como teniente y número de la Guardia Civil y encontraron al paciente con sangre en la boca".