ESTATUTO CATALUÑA

UN INFORME DE FAES AFIRMA QUE LO APROBADO EN EL CONGRESO "CONSOLIDA LA SUPRESIÓN DE ESPAÑA" EN CATALUÑA

MADRID
SERVIMEDIA

La Fundación para el Análisis y los Estudios Sociales (FAES) considera que el texto del Estatuto de Cataluña aprobado ayer en el Congreso "no sólo no ha corregido la inconstitucionalidad, sino que ha aumentado la inseguridad jurídica y consolidado la supresión de España como realidad social" en dicha comunidad.

Así queda reflejado en un informe elaborado por la catedrática de Derecho Constitucional de la Universidad Internacional de Cataluña, Montserrat Nebrera, para la Fundación FAES, que dirige el ex presidente del Gobierno José María Aznar, y que ha sido publicado en la revista "Papeles FAES".

El documento asegura que, con la victoria de José Luis Rodríguez Zapatero en las elecciones generales de 2004, comenzó "la construcción de un nuevo esquema territorial" en el que el Estatuto de Cataluña constituye únicamente un primer paso al elaborar una "Constitución" para esta comunidad autónoma.

Pese a los cambios introducidos en el Congreso por PSOE, CiU e IU-ICV con respecto a lo aprobado por el Parlamento de Barcelona, la catedrática Montserrat Nebrera sostiene que "esa revisión no sólo no ha corregido la inconstitucionalidad, sino que ha aumentado la inseguridad jurídica y consolidado la supresión de España como realidad social y ha convalidado la imposición como norma común a todos los catalanes".

A su juicio, las modificaciones de la Comisión Constitucional de la Cámara Baja han pretendido "atenuar el tono constitucionalizante del texto, pero contra la seguridad jurídica, porque ahora es más confuso".

Nebrera critica la presencia de "inconstitucionalidades flagrantes", como equiparar en el preámbulo los términos nación y nacionalidad, elevar al Tribunal Superior de Cataluña como máxima instancia judicial, atribuirse competencias propias del Estado y redactar una lista de derechos complementaria a la de la Constitución.

Además, afirma que "aumenta la contradicción" incluso entre artículos del propio estatuto, como cuando regula el derecho de los padres a la formación religiosa de sus hijos dentro de una escuela pública que previamente aparece definida como laica.

La catedrática de Derecho Constitucional resalta la proliferación en el texto aprobado en el Congreso de coletillas como "de acuerdo con las leyes", "sin perjuicio de lo que se establezca en la ley orgánica" o "salvando lo establecido en su estatuto jurídico" para "paliar (real o simuladamente) la inconstitucionalidad" del texto original que salió del Parlamento de Barcelona.

TRES IDIOMAS OFICIALES EN CATALUÑA

Una de las principales críticas es al reconocimiento de "tres idiomas oficiales" en Cataluña: catalán, castellano y aranés. "Diferenciar entre lengua e idioma tiene una significación política: el castellano no sería la lengua propia de Cataluña porque 'propia' sólo es la que instrumenta el hecho diferencial reivindicado", dice Nebrera.

Asimismo, señala que en los 223 artículos definitivos del estatuto se "nombra a España 9 veces", dos de ellas en el preámbulo y el resto al citar "obligatoriamente" la denominación de instituciones como el Banco de España o los Paradores de Turismo de España. En su lugar, "supera con creces el número de 150" las ocasiones en las que se refiere a España empleando el término "Estado o Estado español".

Nebrera añade que en el nuevo estatuto "se nombra 20 veces" la palabra "Cataluña" en el preámbulo y "más de 200 en el conjunto del articulado". Por todo ello, concluye que cuando utiliza la conjunción "y" para hablar conjuntamente de Cataluña y España lo hace tratando de significar "en realidad exclusión".

Al reconocer a la senyera, la fiesta y el himno como símbolos "nacionales" de Cataluña, la catedrática advierte de que pretende dar a entender que "en Cataluña la bandera española, la fiesta y el himno españoles no son nacionales".

Finalmente, el informe difundido por la Fundación FAES concluye que con el nuevo estatuto "no mejora el autogobierno, porque las expresiones ambivalentes aumentarán la conflictividad" y facilita que sea interpretado como una reforma constitucional encubierta al dar "pábulo a formas identitarias propias, con exclusión de las comunes".

(SERVIMEDIA)
31 Mar 2006
A