El informe, titulado "Discriminación ejercida en razón de la edad contra los trabajadores mayores de la CE", señala que los trabajadores mayores de 50 años son, "a menudo, forzados por sus empresarios a aceptar retiros prematuros" y pone el ejemplo de las reconversiones en astilleros y fundiciones ejecutadas ultimamente en España.

Según indica, "el uso sistemático de estas prácticas ha acabado institucionalizando el buso en numerosos casos, al tiempo que se contribuía a extender actitudes negativas entre los empresarios".

REDUCCION DE LAS PENSIONES

Con la excepción de los países más generosos del norte de Europa, la pérdida prematura del empleo supone una reducción notable de las pensiones, especialmente en Grecia y España, donde "se aprecia, además, una permanente y sustancial reducción de la retribución final por jubilación consecuencia de haber permanecido en situación de paro antes de alcanzar la edad estabecida".

"En España, a los desempleados se les obliga a jubilarse a los 60, lo que se traduce en una reducción del 40 por ciento respecto a su pensión base", indica. Además, sólo nuestro país, dentro del marco comunitario, prohibe a los pensionistas tomar algún empleo remunerado.

Sin embargo, la mayoría de los empleados mayores de la CE no pierden sus empleos para pasar a una jubilación anticipada, sino para convertirse en parados.

Esa situación es realmente grave, porque tienen escasas posiblidades de encontrar un nuevo empleo y "ningún país de la CE tiene planes específicos de formación para los parados mayores", incluso cinco estados ponen obstáculos de edad para acceder a estos cursos.