Según Emakunde, esta desigualdad se refleja tanto en el campo laboral como en el educativo. El estudio constata que, en el trabajo, a lasmujeres se les asignan tareas improductivas o menos prestigiosas, soportando unas niveles salariales y una calidad de empleo inferior a la de los hombres.

Junto con este "handicap", las mujeres deben hacer frente al trabajo de el hogar, que no han abandonado y en el que todavía no cuentan con la ayuda de los hombres.

En lo referete a la cuestión educativa, el informe resalta que la mayoría de las personas analfabetas de Euskadi siguen siendo mujeres; concretamente, tres de cada cuatro, lo que supne un freno para la integración social en igualdad de condiciones.

Además, el estudio de Emakunde apunta que las mujeres reciben una orientación selectiva hacia cierto tipo de estudios más cortos, de menor categoría social y con poco futuro profesional.

Todo ello, a pesar de que las mujeres estudiantes rinden más, repiten menos cursos y tienen mejores calificaciones que los hombres.

Finalmente, el informe recoge que el 90 por ciento de las mujeres jóvenes han declarado haber padecido acosos exuales y que el 50 por ciento de las que realizan denuncias por malos tratos aseguran haberlos sufrido durante más de diez años consecutivos.