Según informó la caja, esta estabilidad del IPC general se producirá pese al aumento de una décima de la inflación subyacente, hasta el 3,3%, que se verá contrarrestado por el avance algo más moderado de los precios de los productos energéticos.

El componente energético del IPC continuará exhibiendo un elevado ritmo de avance interanual del 10%, aunque ralentiza levemente su progresión respecto al 10,7% de noviembre.

Ello contrasta con la nueva aceleración que se anticipa para los alimentos no elaborados, que crecerán a un ritmo interanual del 5,5% tras el 4,9% registrado en noviembre.

En lo que respecta al núcleo subyacente, continuará la tendencia alcista de los precios de los alimentos elaborados, con un ritmo de avance interanual que se situará en el 7,6% (7% en noviembre).

El crecimiento de los precios de los servicios mostrará un perfil de estabilidad, manteniendo su tasa interanual en el 3,8%.

Por su parte, los precios de los bienes industriales no energéticos tampoco mostrará variaciones significativas, con una tasa interanual que se situará en el 0,4% (0,3% anterior).

La inflación media de 2007 será del 2,8%, disminuyendo siete décimas respecto al 3,5% de 2006.

Este descenso refleja la favorable evolución del IPC de energía que, a pesar de la escalada del último trimestre, finaliza el año con un crecimiento medio del 1,6% frente al 8,0% de 2006.

Esta evolución contrasta con el mayor dinamismo de los precios de los alimentos no elaborados, que aceleran su crecimiento hasta un 4,8% desde el 4,4% de 2006.