Además, nuestro IPC está 2,4 puntos por encima del promedio de los tres países europeos menos inflacionistas, que en junio se situó en el 1,1%. Los criterios de convergencia del Tratado de Maastricht establecen que, al finalizar 197, la distancia entre la inflación nacional y el promedio de los tres países más moderados no puede superar 1,5 puntos.

Los datos de junio, cuando la inflación descendió una décima en España, suponen un estancamiento respecto a los de mayo, cuando la distancia entre la media comunitaria y la nuestra era también de un punto.

Nuestro país sigue siendo el tercero másinflacionista de la UE, sólo superado por Italia (4,0%) y Grecia (8,5%). Los países con IPC más bajo en mayo fueron Suecia (1,0%), Alemnia y Holanda, ambos con un 1,1%, Finlandia (1,2%), Luxemburgo (1,4%) y Austria y Bélgica, con un 1,7%.

A continuación se sitúan Irlanda (1,9%), Dinamarca (2,2%), Francia (2,4%), Reino Unido (2,9%) y Portugal (3,3%).