Además, nuestro IPC está 2,4 puntos por encima del promedio de los tres países europeos mnos inflacionistas, que en mayo se situó en el 1,3%. Los criterios de convergencia del Tratado de Maastricht establecen que, al finalizar 1997, la distancia entre la inflación nacional y el promedio de los tres países más moderados no puede superar 1,5 puntos.

Los datos de mayo, cuando la inflación aumentó un 0,3% en España, suponen un empeoramiento con respecto a los de abril, cuando la distancia entre la media comunitaria y la nuestra era de 0,7 puntos.

Nuestro país sigue siendo el tercero más nflacionista de la UE, sólo superado por Italia (4,5%) y Grecia (8,9%). Los países con IPC más bajo en mayo fueron Suecia (1,2%), Alemania (1,4%) y Finlandia, Holanda, Luxemburgo y Austria, con un 1,5% todos ellos.

A continuación se sitúan Bélgica (1,7%), Irlanda (1,9%), Dinamarca (2,1%), Francia (2,6%), Reino Unido (2,8%) y Portugal (3,1%).