El recinto permanecerá abierto hasta el 4 de junio y en él trabajará un equip sanitario formado por unos 20 médicos y ATS, que realizarán un control del nivel del colesterol, de la presión arterial y del tabaquismo.

Con los análisis en la mano, un médico informará a cada una de estas personas sobre el nivel de riesgo que tiene de padecer enfermedades cardiovasculares.

En esta edición, la fundación ha instalado a la entrada del recinto un robot que informará a los asistentes de los factores de riesgo y las recomendaciones sobre los hábitos de vida saludable.

Paralelamnte, un equipo de especialistas atenderá las consultas que lleguen el teléfono del corazón (900-131-133), que el año pasado recibió una media de 150 llamadas diarias.

Los organizadores temen que los ciudadanos desborden las previsiones realizadas este año, ya que el pasado unos 5.600 madrileños acudieron por el "recinto cardiosaludable".