Doña Cristina, que presidió en el teatro Guimerá la celebración del acto central del día Mundial de la Cruz Roja y la Media Luna Roja, recordó a los diez voluntarios de Cruz Roja asesinados ayer en el Zaire, señalando que "quiero tener un recuerdo para ellos y sus familias en este día".

La infanta finalizó su discurso diciendo que el acto "no termina aquí, sino que nos marca un camino que debemos sentirnos obligados a recorrer y sólo así tendremos un mundo ms humano en el que estén garantizados el bienestar y el progreso en el que confiamos".

Durante el acto, doña Cristina Infanta entregó las medallas de oro de la Cruz Roja a los familiares de los integrantes del Comité Internacional de la Cruz Roja fallecidos en Chechenia en noviembre del año pasado. También les fue concedida a los cooperantes españoles asesinados en enero de este año en Ruanda, así como a los Hermanos Maristas muertos en noviembre de 1996 en el Zaire.

Asimismo, se concedieron medalas de oro a Inmaculada Vieira, voluntaria de Médicos Mundi muerta en Mozambique; a Angel Soto, que murió cuando trabaja con discapacitados, y a Pedro Alberto Jiménez, presidente de la Asamblea Local de Cruz Roja de Candelaria (Tenerife). Recibieron menciones especiales los ayuntamientos de Biescas, Jaca y Sabiñánigo (Huesca) por su ayuda en la tragedia del camping "Las Nieves".

Por su parte, el presidente nacional de Cruz Roja Española recordó a todos los gobiernos la obligación de actuar en temas soiales de forma coordinada para mitigar entre todos los problemas "aportando soluciones reales a las inhumanas situaciones que causan la intolerancia y el egoismo".

Por su parte, el presidente del Gobierno canario, Manuel Hermoso, ofreció las islas como plataforma de negociación entre marroquíes y saharauis para resolver el conflicto que los enfrenta desde que España abandonó sus posesiones aficanas. Según Hermoso, "el Gobierno canario está dispuesto a apoyar las gestiones de Naciones Unidas para busca una salida negociada al conflicto si lo consideran conveniente"