EL INEM COLOCO A 343.900 PARADOS EN 1993, UN 3 POR CIEN MENOS QUE EL AÑO ANTERIOR

MADRID
SERVIMEDIA

Los servicios de colocación del Inem encontraron empleo en 1993 a 343.900 parados, 10.200 menos que en 1992, lo que supone un descenso del 3 por cien según datos del instituto a los que tuvo acceso Servimedia.

Se trata de la cifra más baja desde 1984, si bien se aprecia una clara mejoría en los últimos meses del 93, en los que las colocaciones son netamente superiores a las del mismo periodo del año precedente.

En todo caso, la capacidad de colocación del Inem se situó en un 7 por ciento, es decir, que sólo siete de cada cien colocaciones oficialmente registradas en las oficinas de empleo fueron el resultado de una gestión de su servicios de olocación.

El resto, concretamente 4.540.000, correspondieron a contratos en los que las empresas y los trabajadores se pusieron de acuerdo en las condiciones del empleo y se limitaron a cumplir con la obligación burocrática de sellar la documentación en el Inem.

El Inem alcanzó su cifra "record" de colocaciones en 1989, cuando encontró trabajo a 560.900 parados, una cifra que suponía el 15 por ciento del total de las registradas, lo que situaba la cuota del instituto en el doble de la actual.

El dato más esperanzador reside en que las colocaciones logradas durante los últimos cinco meses de 1993 fueron mayores que las de 1992, lo que parece reflejar un cambio de tendencia. En diciembre, por ejemplo, el Inem logró trabajo a 34.400 personas, un 38 por cien más que en el mismo mes del 92.

El Inem atribuye sus dificultades a la hora de buscar colocación a los desempleados al hecho de que quienes recurren a sus servicios son precisamente los que se encuentran en peor situación para conseguir l empleo, por su baja cualificación y por pertenecer a sectores con mayor saturación de mano de obra.

En todo caso, el significativo aumento de las colocaciones del INEM en la segunda parte del 93 puede estar relacionado con las medidas puestas en marcha meses antes para retirar el seguro de desempleo a quienes no acepten una oferta de trabajo.

A este respecto, las últimas Encuestas de Población Activa (EPA) ponen de manifiesto que la crisis, y presumiblemente medidas como las señaladas anteriormnte, están forzando a los parados a ser menos "exigentes" a la hora de aceptar un empleo.

Más de dos millones afirma ahora que aceptaría un trabajo de categoría inferior a la esperada, y una cifra similar lo cogería aunque considerara que los ingresos no son adecuados a la categoría profesional.

Asimismo, un millón de desempleados tomaría un empleo que entrañase un cambio de residencia y casi dos millones y medio lo haría aunque acarrease un cambio de oficio.

(SERVIMEDIA)
20 Mar 1994
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