En la misma nota, el instituto público explica que para obtener el precio de las llamadas "se consideran los distintos tipos existentes según ámbito geográfico (urbana, provinciales, interprovinciales e internacionales), así como las distintas franjas horarias (hora punta, normal y reducida)".

"Cada uno de estos tipos e pondera de acuerdo con el grado de consumo que realizan los hogares privados, dato que es facilitado por Telefónica", continúa el INE. "Estas ponderaciones internas están sujetas al secreto estadístico".

El Instituto Nacional de Estadística concluye afirmando que "esta metodología se ha seguido en las bases de la serie histórica del IPC de España, no habiéndose introducido ninguna modificación significativa en el Sistema Base 1992".

Con esta aclaración, el INE sale al paso de las declaraciones fectuadas ayer por el ministro de Obras Públicas, Transportes y Medio Ambiente, José Borrell, que aseguró no entender cómo la subida del teléfono podía haber sido del 14,4 por ciento, cuando según los datos de su departamento la subida media era de 1 décima.

Según Borrell, el incremento de este año ha sido del 3,56 por ciento en la cuota de abono, 30,7 por ciento en las llamadas metropolitanas, disminución del 34 por ciento en las llamadas provinciales, cero en las nacionales y bajadas del 8 por cient en las internacionales.

Estas subidas, según Borrell, en proporción a su peso en la factura media, suponen un incremento del 1,9 por ciento para los particulares y un descenso del 1,3 para los comerciantes. La media es, según el MOPT, de un décima (la factura media pasa de 5.381 pesetas a 5.386), en lugar del 14,4 por ciento que arroja la estadística del INE.