Así lo explicó hoy el presidente del INE, José Quevedo, junto con el director general de Estadística, Antonio Martínez, quienes ofrecieronuna rueda de prensa para presentar el balance de actividades de este instituto en 1995 y el plan de actuación para 1996, así como el calendario de estadísticas que hace público anualmente el INE.

En este nuevo IPC armonizado de España no se tendrán en cuenta algunos productos, como la educación, la sanidad y alguno de los gastos en vivienda, lo que hará que sus resultados sean algo diferentes a los del IPC actual, aunque, según las previsiones de Quevedo, las variaciones entre uno y otro índice no vararán ni en una décima al mes.

Quevedo explicó que a mediados de 1996 se darán los primeros resultados del IPC armonizado provisional de la UE y que en 1998 se formalizará como un indicador de obligado cumplimiento por los estados miembros y será el que se tenga en cuenta en los programas de convergencia.

Añadió que la decisión del España "hoy por hoy" es seguir manteniendo el IPC nacional que elabora actualmente el INE, que no se verá afectado por el IPC armonizado nacional ni por el del conjuntode la UE en principio. Quevedo explicó que las funciones de ambos son distintas.

Según el responsable del INE, el IPC actual seguirá siendo el referente para las decisiones políticas y económicas de tipo nacional, de manera que seguirá siendo el que se tenga en cuenta a efectos de revisión de salarios, pensiones y otros aspectos, mientras que el IPC armonizado será el que rija los criterios de convergencia.

EPA MENSUAL

Además de en este nuevo IPC, el INE centrará sus esfuerzos este año en otrostrabajos, como la aprobación del segundo Plan de Estadística Nacional para los años 1997-2000, el nuevo sistema europeo de cuentas nacionales, las estadísticas de empresas de servicios, el directorio general de empresas, el patrón nacional y las estadísticas sobre empleo.

Sobre este último aspecto, anunció que el INE tiene previsto sacar en breve la Encuesta de Población Activa (EPA) con una periodicidad mensual, previsiblemente a lo largo del primer trimestre del año. José Aranda, también director geeral del INE, señaló que es imposible armonizar los datos de la EPA con los del paro del Inem, porque los datos del Inem son los de un registro y la EPA es una encuesta de todos los hogares.

Quevedo insistió en la necesidad de aumentar los esfuerzos para armonizar todas las estadísticas sobre empleo y salarios en la UE. Señaló que es muy difícil hacer comparaciones entre unos y otros países, y dijo que sería muy importante tener unas estadísticas armonizadas en un momento en que el paro se considera u problema prioritario y en el que los Gobiernos han decidido que el tema del desempleo esté presente en todos los consejos comunitarios.

El presidente del INE destacó que para que este instituto pueda realizar todas las estadísticas y trabajos que tiene encomendados este año y en los años siguientes es necesario aumentar el personal cualificado. Denunció que en los últimos diez años el personal fijo del INE no ha aumentado, y explicó que ha solicitado más trabajadores.

Según Quevedo, el INE, que elebra su 50 aniversario, tenía en 1995 un total de 1.900 trabajadores como personal fijo laboral y 1.200 funcionarios. De estos últimos, sólo 164 son estadísticos facultativos y menos de 400 técnicos diplomados. A su juicio, de aquí al 2000 sería necesario aumentar los estadísticos facultativos en 100 personas y los estadísticos técnicos entre 200 y 250 para poder afrontar los retos del INE.

En materia presupuestaria, Quevedo señaló que los problemas son más de estructura del presupuesto que de cantiad. El presupuesto del INE para este año es de 17.000 millones de pesetas, igual al del año anterior, de los que casi 10.000 van a gastos de personal, unos 3.000 a bienes y servicios necesarios para la producción estadística y unos 4.000 a inversiones (nuevas estadísticas).

Explicó que es necesario modificar la estructura de estos presupuestos, porque al capítulo de bienes y servicios sólo se le dota con 2.500 millones de pesetas, cuando a principios de año ya se sabe que este gasto se desviará en 500o 600 millones de pesetas, lo que ocasiona problemas de gestión y burocracia.