Las relaciones de ambos industriales no eran buenas y el detenido utilizó los servicios de un conocido, llamado Vidal Sánchez, uien le aconsejó la forma de vengarse y le facilitó la documentación necesaria para contratar el teléfono protátil con cargo al industrial perjudicado.

Los trámites los realizó la esposa de Pagés Lluyot, de 34 años. La fraudulenta contratación se llevó a cabo falsificando firmas, el D.N.I. y aportando un extracto de cuenta bancaria, facilitado por el precitado Vidal Sánchez.

Pagés Lluyot y su esposa, que tras presentar declaración quedaron en libertad con cargo y con la obligación de personarse ate el juez en tanto se celebre la vista del juicio, realizaron llamadas internacionales de larga duración y a los teléfonos eróticos, según facturó Telefónica.