El encuentro tiene como objetivo evitar las dos jornadas de huelga convocadas por los sindicatos para los días 9 y 10 de junio.

Las organizaciones sindicales ya han advertido de que no desconvocarán los paros hasta que no haya un documento que satisfaga las demandas sindicales y garantice que no se romperá la unidad de Renfe tras su transferencia a las comunidades autónomas.

Asimismo, señalaron que, aunque la intención del Ministerio y de la Generalitat de Cataluña es mantener a partir de 2011 el contrato programa con Renfe, el documento que desarrolla la transferencia contempla que se puedan transferir tanto el material como los recursos humanos de Renfe operadora a la Generalitat.

Los trabajadores de Renfe temen que la forma en que se pretende efectuar el traspaso de Cercanías por parte del Ministerio de Fomento a Cataluña pueda suponer la ruptura de la empresa pública Renfe-Operadora.

Los sindicatos convocantes de los paros aclaran que su oposición no es a que las comunidades autónomas asuman las competencias de Cercanías, sino a que esa decisión pueda conllevar la creación de nuevas empresas.

Por ello, exigen la garantía de la integridad de Renfe y de ADIF y de los derechos sociales y laborales de todos sus trabajadores.