También precisó que la última fase en la privatización de Aceralia será la salida a bolsa, para la que en tdo caso se reservará un "paquete" del 50-51%, después de que el recién elegido socio tecnológico, la luxemburguesa Arbed, tome el 35% del capital que se ha comprometido a adquirir mediante una ampliación de capital, y de que los socios españoles que ahora se están seleccionando asuman un 14-15%.

Sobre esta cuestión, Piqué explicó que las expectativas de llegar a un acuerdo en torno a las ofertas recibidas son muy buenas, y se mostró confiado en que será posible anunciar un compromiso el próximo mes deoctubre.

El ministro no quiso ser más explicito sobre el estado de las conversaciones, pero a preguntas de los periodistas admitió que no se descarta la entrada de los tres grupos siderúrgicos nacionales que siguen en lid por entrar en Aceralia: Aristrain, Gombarri y Megasa.

Igualmente, confirmó la retirada de Celsa del proceso, cuyos responsables alegaron que el precio de Aceralia se ha situado en niveles demasiado altos, y de marcial Ucín, cuya exitosa apuesta por el proceso de privatización dela siderúrgica de Marruecos es motivo de congratulación para la industria española, dijo.

Durante su comparecencia en la Comisión de Industria para explicar las privatizaciones que tiene en marcha su departamento, Josep Piqué calificó de oportunidad histórica los acuerdos entre CSI y Arbed, defendió el alcance de los intercambios de capital entre ambos grupos, y rechazó la crítica de que Arbed es pública, porque "el estado luxemburgués no tiene la mayoría del capital".

El responsable de Industriase extendió en sus reproches a las críticas de los últimos días lanzadas desde el PSOE en torno a las privatizaciones que lleva a cabo el Gobierno, y dijo que si a alguién hay que señalar por poca trasparencia e incapacidad para desbloquear la venta de algunas empresas públicas es al anterior Ejecutivo socialista en los casos de CSI y de Inespal.

Según Piqué, lo que ha intentado el Gobierno es "cambiar la historia de la siderurgia en España" basada en un contínuo recorte de la producción y de las planillas hasta reducirla a su mínima expresión y "proceder a su liquidación a precio de saldo".

Por su parte, el portavoz socialista, Luis Martínez Noval, rechazó estas críticas y calificó el proceso de venta de CSI e Inespal de "fiasco", además de criticar al PP por incumplir su programa electoral sobre el destino que está teniendo el dinero procedente de las privatizaciones.