Según los datos del IDAE, en las ciudades y su entorno se consume casi la mitad de la energía utilizada en el conjunto del transporte por carretera.

Más del 60 por ciento de los viajes que se realizan con el coche privado en las once ciudades españolas de más de 300.000 habitantes tienen como destino el puesto de trabajo y representan un conumo de más de 6 millones de litros de gasolina diarios.

Satisfacer de forma más eficiente esta movilidad es el objetivo que persiguen los denominados Planes de Movilidad Alternativa, similares a los que han puesto en marcha países como Alemania, Bélgica, Inglaterra y Holanda, país este último en el que medio millón de personas que pertenecen a 15.000 empresas participan en ellos.

Entre las soluciones que plantean estos planes se encuentran la adecuación de las líneas de transporte público ya exisentes, la implantación de nuevos trayectos, fomento de la utilización compartida de los coches privados, incentivar el transporte propio de las empresas y el uso de la bicicleta cuando sea posible, puesto que en el 20 por ciento de los desplazamientos en coche el recorrido es inferior al kilómetro.

Para desarrollar estos planes alternativos, el IDAE está formalizando acuerdos con UGT y CCOO para aplicarlos inicialmente en diez empresas.

Asimismo, ha firmado acuerdos con el Ayuntamiento de San Sebstián y con las gerencias y trabajadores de dos hospitales que sufren problemas de aparcamiento, accesibiliad y congestión.

El IDAE estima que por cada 100 ciudadanos que dejaran el coche en casa y utilizaran el transporte público para acudir al trabajo se ahorrarían 30.000 litros de gasolina al año, se dejarían de emitir 80 toneladas de CO2 y 4,5 toneladas de otros contaminantes.