El deseo del deportista navarro es, según confesó a su alcalde, estar en su casa y con sus padres, entrenar un poco y posteriormente viajar a Francia para participar en el Tour y, a ser posible, ganarlo también.

Sabalza anunció a Servimedia que de hacerse un homenaje a Miguel Induráin sería, como siempre, en el Ayuntamiento y después del Tour de Francia, sea cual sea el resultado que obtenga el ciclista navarro en la ronda gala, porque así se lo ha pedido él personalmente.

El homenaje que se le binda a Miguel Induráin tras el Tour se ha convertido en los dos años precedentes en un acto multitudinario, que se extiende no sólo a Villava, sino también a Pamplona, con el recibimiento al campeón en el Palacio de Navarra.

Martínez Zabalza señaló a Servimedia que para esta tarde está previsto lanzar algunos cohetes y tomar "unos vinitos" y "unas copitas" si Induráin se impone en la contrarreloj entre Pinerolo y Sestriere, de 55 kilómetros de recorrido y con un gran premio de montaña situado a 2.035 etros.

El primer edil de Villava comentó que el ambiente que se vive en el pueblo es el acostumbrado cuando el bicampeón del Tour y campeón del Giro participa en estas competiciones.

Miguel Induráin fue nombrado hijo predilecto de Villaba en 1986 tras alcanzar la victoria en el Tour del Porvenir. El ciclista navarro ganó el Tour de Francia por primera vez en 1991 y en 1992 hizo doblete, al conseguir el "maillot" amarillo y la "maglia" rosa, en el Tour y el Giro, respectivamente.