De acuerdo con las investigaciones policiales, el arrestado se dedicaba últimamente a la venta de tabaco de contrabando y hachís en un bar de la avenida de Orellana, aunque el propietario y los empleados eran ajenos a esta actividad ilícita.

Los agentes, que soetieron a Montero a una estrecha vigilancia, observaron hace unos días que, tras salir de su domicilio y subir a un "Ford Scort" de su propiedad, se dirigía al citado establecimiento.

Una vez allí, fue cacheado y los policías descubrieron que llevaba encima cuatro piezas de hachís de 25 gramos cada una y 5 "chinas" con un peso total de 10 gramos, así como 3 cartones de tabaco rubio y 100.000 pesetas.

En su domicilio fueron hallados 2.750 gramos de la misma sustancia y 18 cartones de cigarrillos d contrabando. Rafael Montero carecía de antecedentes policiales.