El paciente falleció el día 2 de enero de 2006, a los 68 años de edad, e ingresó el día 31 de diciembre de 2005 en el Hospital Central de Asturias a consecuencia de un politraumatismo causado en un accidente de tráfico.

El diagnóstico a su ingreso en el servicio de urgencias del Hospital fue de fractura de ramas pubianas, indicándose que no había sufrido daños graves, y quedando en observación en el servicio de Traumatología del referido centro.

Según esta asociación, "durante las siguientes horas de ingreso el paciente fue presentando una situación de deterioro, a pesar de ello, los días 31 de diciembre y 1 de enero no se prestó atención alguna a la situación que presentaba".

No fue hasta el 2 de enero de 2006, tras dos días de ingreso, que se cursan consultas a otros servicios, falleciendo el paciente ese mismo día.

"En ningún momento se valoró la situación general del paciente ni se le realizaron exámenes físicos o complementarios, existiendo un claro abandono al no emplear todos los medios al alcance del servicio público sanitario en aras a salvaguardar la salud del enfermo", señalan desde esta asociación.

La causa de la muerte del paciente fue un shock hipovolémico, que pudo ser evitado con una correcta atención, diagnosticando la hemorragia antes de que la pérdida volumétrica fuese lo suficientemente importante como para conducir a un shock, con fallo multiorgánico, pudiendo ser evitado con reposición sanguínea con una transfusión, según afirma la asociación en una nota.

De esta manera "se ha reconocido que el fallecimiento del paciente fue a consecuencia del deficiente actuar de los servicios sanitarios", concluyen.