En un comunicado difundido a través de su página web, recogido por Servimedia, la OFT señala que la acusación se refiere a conductas realizadas por los cuatro acusados entre julio de 2004 y abril de 2006, cuando todos ellos eran directivos de British Airways, la aerolínea que acaba de llegar a un acuerdo de fusión con Iberia.

De acuerdo con la legislación anticartel en vigor en Gran Bretaña desde 2002, tanto la fijación de precios como los acuerdos para limitar la producción o para amañar las ofertas realizadas en licitaciones pueden castigarse con penas de prisión de hasta cinco años.

Los cuatro imputados, que comparecerán ante los tribunales el próximo 24 de septiembre, son Andrew Crawley, director de Ventas de BA; Martin George, ex director comercial; Iain Burns, ex director de Comunicación, y Alan Burnett, ex jefe de Ventas para Reino Unido e Irlanda.

El diario "The Times", que adelantó la noticia antes de su difusión oficial por la OFT, informa en su edición electrónica de que el sobreprecio pactado por BA hizo que los clientes pagasen 100 millones de libras esterlinas adicionales (127millones de euros).

Tres de los cuatro acusados ya no son directivos de BA. Burnett se retiró de la firma en 2006 y George y Burns dimitieron ese mismo año.

George admitió en su día haber mantenido "conversaciones inapropiadas" sobre el recargo del combustible, dentro de una investigación conjunta de la OFT y el Departamento de Justicia de Estados Unidos que condujo a la imposición de una multa de 270 millones de libras (más de 340 millones de euros) a British Airways. Virgin Atlantic se habría librado de la sanción al haber delatado el cartel a los reguladores.

La legislación anticartel que se aplicará a los cuatro acusados ya sirvió el pasado mes de junio para condenar a entre 30 y 36 meses de cárcel a tres ex directivos de la industria petrolera por montar un cartel con el que fijaban el precio de las mangueras que se emplean para transferir el crudo desde los buques petroleros a las instalaciones de tierra.