Según el acta redactada por el delegado gubernativo, en aquel partido hubo problemas de exceso de aforo, las puertas carecían de tornos reglamentarios, fueron vendidas más entradas de las permitidas y faltaron acomodadores, hechos que está tipificados como infracciones graves en el artículo 69.3 de la Ley del Deporte.

La Delegación del Gobierno en Madrid difundió hoy un comunicado en el que señala que los hechos descritos anteriormente suponen la existencia de una infracción de las previstas en el artículo 84 del Reglamento de Policía de Espectáculos Públicos y Actividades Recreativas, "cuya gradación en orden a su sanción debe medirse en relación a la incomodidad, peligro, daños o perjuicios causados, la importancia o categoría de lasinstalaciones y la capacidad económica del infractor".

Por su parte, la Comisión Nacional contra la Violencia en los Espectáculos Deportivos emitió un informe motivado por los incidentes, en el que también propuso a la Delegación del Gobierno una sanción económica y la clausura del campo durante 15 días.

El partido correspondiente a la octava jornada del Campeonato Nacional de Liga entre el Rayo Vallecano y el Atlético de Madrid despertó una gran expectación y los aficionados abarrotaron el campo

La masiva afluencia de público desbordó la capacidad de organización del club rayista y provocó avalanchas, así como retrasos en el acceso al estadio.

Muchas personas no pudieron ocupar sus localidades y otros se tuvieron que conformar con ver el partido sentados en las escaleras de las gradas, a pesar de haber pagado hasta 5.000 pesetas por una entrada.