Según WWF/Adena, sólo en el 22 por ciento de los incendios los agentes forestales o el Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil logran determinar el origen del siniestro.

Para la organización ecologista, "la situación ante los incendios forestales es tan desesperada como la de un médico que lucha contra una enfermedad mortal in conocer su origen".

Aunque durante los últimos cinco años la superficie afectada por el fuego ha disminuido, WWF/Adena advierte de que no se puede descartar la posibilidad de que en el futuro haya que asistir a algún año con resultados tan catastróficos como en 1988, 1989 y 1994, cuando ardieron más de 400.000 hectáreas.

Esta organización destaca que las medidas preventivas no se pueden aplicar con eficacia cuando se desconocen las causas de los incendios, por lo que reclama mayores esfueros para determinar el origen de los siniestros.

WWF/Adena recordó que en Galicia se producen algunos años cerca de la mitad de los incendios que se registran en todo el territorio nacional, lo que desmentiría la supuesta relación entre el clima y estos siniestros.

El coordinador de Restauración Forestal de WWF/Adena, Luis Molina, señaló que "estimaciones conservadoras han valorado en 73.000 millones de pesetas los daños por incendios forestales en 1994. Por otra parte, los gastos en la lucha otnra el fuego son elevadísimos y crecen cada año".

Como alternativa propuso desarrollar planes de gestión sostenibles de los montes y crear plantillas con trabajadores fijos para desarrollar estas tareas, lo que permitiría reducir el riesgo de incendio y aumentar la oferta de empleo en el mundo rural.