La gran mayoría de los fuegos fueron sofocados rápidamente y la superficie media dañada no superó la hectárea. Sólo en 5 ocasiones la zona quemada superó las 5 hectáreas.

A estos datos hay que añadir las intervenciones de los bomberos de la CAM en el día de ayer: 50 actuaciones, d las que 29 fueron para atajar 29 conatos de incendios forestales y agrícolas de poca extensión. Sólo uno de ellos, registrado en Cenicientos y que comenzó a las diez de la noche y duró hasta las 5 de la madrugada, tuvo dimensiones algo superiores a la media y se quemaron unas 3 hectáreas.

El mayor incendio de este año se produjo el pasado 26 de junio en la localidad de Villarejo de Salvanés y la superficie quemada en él fue de 89 hectáreas.

La Dirección General de Protección cataloga de etapa baa, con relación al riesgo de incendios, la que va de enero a junio y de octubre a diciembre; media, los meses de junio, septiembre y octubre, y alta de julio a septiembre.

Durante los meses de verano siempre hay una media de 170 bomberos profesionales de la CAM disponibles y un número similar de bomberos auxiliares contratados expresamente para la campaña estival de lucha contra los incendios forestales.

Además, existen 105 vigilantes repartidos en 37 puestos fijos. Estos puestos están en funcionmiento durante 12 horas, menos 6 que permanecen en alerta toda la jornada.

La recomendación principal de los responsables del plan contra incendios para evitar los siniestros es: "Fuego, no gracias". Tras recomendar que no se tiren colillas encendidas y que no se asen chuletas en el campo, recordaron que está totalmente prohibido acampar y encender fuego en toda la región.