Estas cifras indican que en agosto ardieron unas 18.000 hectáreas y se rcortaron las diferencias respecto a 1998, ya que hasta julio se quemaron 12.000 hectáreas menos que el año pasado.

Entre enero y septiembre de este año se contabiizaron 9.167 conatos -incendios que afectaron a menos de 1 hectárea- y 4.786 incendios, de los cuales 8 arrasaron una superficie mayor a 500 hectáreas.

Las comunidades más afectadas en los primeros ocho meses del año fueron Castilla y León (18.254 hectáreas), Galicia (9.096), Asturias (8.354), Valencia (5.903) y Andalucía (5.573).

Ls incendios con resultado más catastrófico en verano fueron en julio los declarados en Ibias (Asturias), Argamasilla de Calatrava (Ciudad Real), Verín (Orense) y Descargamaría (Cáceres), y en agosto los de Turre (Almería), el Parque Natural de El Montgo (Alicante) y Otívar (Granada).

Por encima de todos ellos se sitúa el incendio de Enguera (Valencia), que arrasó a mediados de agosto 3.134 hectáreas, lo que le convierte en el más importante de la presente campaña.

El 65 por ciento de los incendio forestales registrados este año se produjeron en el noroeste, el 16 por ciento en el litoral mediterráneo y el resto en el interior peninsular.

En verano murieron dos personas como consecuencia de estos siniestros. El 26 de julio falleció un piloto de la base de Tafalla (Navarra) y el 26 de agosto un miembro de un retén contra incendios que actuaba en la extinción de un fuego declarado en Valdeganga (Cuenca).

Los medios aéreos del Ministerio de Medio Ambiente han intervenido en la extinción de 55 incendios, realizando más de 2.900 horas de vuelo.